Primo de Rivera impuso su dictadura ya, con el
consentimiento de aquel rey tan inepto que relegó sus poderes,
¿quién hace eso? Por suerte unos años después se instauró algo
que llaman República, al parecer es un sistema de gobierno
sin rey y les gusta mucho el morado.
Un tal Mola, que no Mola ha comenzó un golpe de estado
con un tal Sanjurjo, que de santo tiene poco, y uno que se llama
Franco, que es mi preferido ya que de franco tiene poco, dicen que
habrá una guerra civil.
Hace unos años, antes de que empezara lo que llaman la
primera guerra mundial surgió un periodo artístico que renovó
todos los géneros literarios que había en Europa, lo denominaron
Las Vanguardias algunos las llamaban ismos y eran un
conjunto de movimientos que rechazaban los arcaicismos literarios y
llevaban consigo un divertido proceso de experimentación,
escribiendo todo aquello que se te ocurría.
Mis preferidas son el creacionismo, el cual es de origen
hispánico y aspiraba a crear la realidad dentro de la propia obra y
para ello se servía de muchos juegos lingüísticos.
También me gusta muchísimo el surrealismo el cual
nació en la patria de mi querido Baudelaire, Francia, y pretende
expresar emociones y pensamientos del subconsciente. Estos franceses,
siempre tan intrínsecos y sentimentales...
Con Las Vanguardias surgieron grandes novelas y
novelistas que no hacían si no experimentar y beber mucho whisky,
como es el caso de Kafka con La Metamorfosis, una novela que
cuenta como un hombre se convierte en cucaracha, nunca la entendí...
Y también estña por ahí, pérdido, James Joyce con ese libro tan
pesado y lento que llamó Ulises, ¿cómo pueden gustar tanto
novelas tan raras? De verdad...como gato que soy nunca entenderé
éste arte...aunque seguro que hay muchos humanos que tampoco lo
hacen.
Una vez, en un café, mientras Kafka se comía una
ensalada oí hablar del novecentismo. Sus escritores son muy
intelectuales y europeístas y ante todo buscan el arte. ¡Oh, el
arte!
A éstos los llaman la generación del 14, el que
mejor me cae es Juan Ramón Jiménez, es un tipo simpático y viví
una temporada en su casa, pero eso es una historia para más tarde.
Las novelas de esta corriente suelen estar escritas en
lírica, o eso dicen quiénes me las leen...lo de no tener pulgares
me impide pasar las páginas, y como he podido apreciar su lírica es
muy descriptiva y siempre tiene algún sentido oculto.
Juan Ramón Jiménez es muy amigo de un tal Ramon Gómez
de la Serna, al menos de frente, y dícese que ha creado algo llamado
greguerías.
Los de la generación del 27 también me caen
bien, sobre todo Lorca, ¡con él viajé a Nueva York! Aunque me
metió en la bodega de un barco...
Dícese que se les llama así porque se reunieron en
1927 para conmemorar la muerte de un escritor de inmensa nariz...
¿Gárgola? ¿Górgora? ¡No! ¡Góngora, así se llamaba!
Éstos no se conformaban con imitir la poesía
desnuda y el arte deshumanizado sino que además
incorporaron nuevos elementos a la poesía.
En
ésta generación está Alberti, un tío majete que escribió una
novela en la que habla de lo que echa de menos el mar, de lo cruda
que es la soledad y como siente aquella nostalgia mientras recuerda
su infancia y muchas otras etapas de su vida, Marinero
en tierra se
llamaba.
Alberti
y Guillen a veces discutían y bebían hasta altas horas, el primero
porque el segundo era mejor que él y el segundo porque no creía
eso... Váyase usted con su humildad, Guillen.
Lo
bueno se hace esperar, ya os lo dije, y ahora os contaré mis
andanzas con Juan Ramón Jiménez, máximo representante de la
generacion del 14.
Jiménez
cuéntome que nació en Moguer, bendito nombre para un pueblo, y
marchose en 1916 a Estados Unidos con su bandera y sus estrellas.
Allí
se casó con Zenobia y regresó a España en plena Guerra Civil; un
tipo listo, sí.
En
1956 recibió un Nobel, al parecer es un premio de prestigio aunque
nunca entendí que sentido ni valor tiene una simple medallita.
Los
otros poetas me contaban maravillas sobre él mientras acariciaban mi
lomo. Decían que sus obras se dividían en tres grandes etapas,
aunque yo nunca entendí porqué etiquetar el arte de un hombre.
La
primera era la etapa sensitiva, la cual era muy moderna y destacaba
por la sonoridad de sus versos y la enorme simbología que este
usaba. Su poesía tenía muchos adjetivos y era en gran parte
musical.
Tuvo
su etapa de dárselas de listo, como todos, su etapa intelectual, en
la cual se destacaba la desnudez de su poesía tratando ahí temas
más complejos como la vida, la muerte, la existencia... Y dándoselas
de amo y señor del mundo, y con razón.
Tuvo
una etapa que llaman verdadera, ¿pero qué pasa? ¿La demás fueron
de mentira?
A
esta etapa pertenecen los libros del autor escritos durante su exilio
en Amérriiicaa
en
los cuáles busca perfecció y belleza. Mi novela favorita de ésta
etapa En
el otro costado,
pero sin lugar a duuuuuuudaaas
mi favoritísima es una que escribió en la etapa sensitiva
y es la del burro. Se llama Platero
y yo
y cuando vivíamos juntos él me la leía todas las noches hasta que
me dormía.
Como
os he dicho también viví con Lorca, el cuál nació en Fuente
Vaqueros (curioso, pues nunca vi ni un vaquero allí).
En
el 19 se fue a Madrid, a una residencia de estudiantes bohemios
de allí y en esa época conoció a la mayoría de los autores de su
generación, la
del 27.
En
el 29 viajó a Nueva York donde compuso unos poemas que se publicaron
en un libro llamado Poeta
en Nueva York.
El
muy loco volvió a España y lo pilló la Guerra Civil... a él que
le gustaba el morado y eso llamado rrepúbliica,
pobrecito... En 1936 lo fusilaron en Víznar.
A
éste también lo etiquetaban, pero no como verdadero, sino por sus
dos obras más destadas.
La
primera era Romancero
Gitano,
escrita en poesía popular en la que retoma las formas tradicionales
españolas y tomo como temas recurrentes el deseo, la rebeldía y la
muerte.
En
ésta obra el poeta hace de los gitanos un pueblo mítico, símbolo
de valores como la belleza, la valentía o la libertad.
La
segunda etapa es la de Poeta
en Nueva York
en la que Lorca está muy influenciado por eso de lo que ya
hablábamos antes, Las
Vanguardias. Después
de viajar a Nueva York el poeta compone unos poemas en los que habla
de la miseria, el hambre y la injusticia social y para esto recurre a
la libertad de los pájaros en su verso.
He escrito esto como si fuera un pequeño cuenta para estudiarme de una forma liviana y divertida este tema de literatura para uno de los exámenes finales que tengo el martes.
No es gran cosa, pero me ha parecido divertido publicarlo y quizás a alguien le sirva tanto como a mí.
Efímero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario