Capítulo III - Parte 3.

La luna era un emisor de luz tranquilizador en aquel lugar, aquella noche estaba llena y el chico la observó largo y tendido durante su camino hasta los barracones.

En la puerta había un soldado esperándole y el chico observó el arma que este llevaba en su cinturón, un cuchillo de carnicero.

Aquella guarnición estaba realmente mal, parecían más pueblerinos armados para defender a su pueblo del bandidaje que soldados del reino del Gest, aunque el chico empezó a tener dudas de si realmente eran lo primero.

El de la puerta lo guió entre unos estrechos pasillos hasta una sala en cuyo centro había un mesa redonda rodeada de sillas en las que ya había unas diez personas sentadas, la mayoría fumando e inundando el lugar de humo.

Había seis hombres con el pelo largo y ropas de pieles, posiblemente mercaderes o burgueses hartos del ajetreo de la ciudad. También estaba Jones sentado con dos hombres con aspecto de mercenarios, uno a cada lado, y una mujer mayor, de unos setenta años, que se parecía muchísimo a la joven de la posada.

La sola solo era iluminada por una pequeña vela en el centro de la mesa y el oficial se levantó a saludar a Denian. Se estrecharon las manos y después carraspeó para que todos dirigiesen sus miradas hacia ellos dos.

-Les he reunido aquí, de urgencia, para avisarles de que posiblemente seamos atacados por los hombres del danta y...la orden -a pesar de la exclamación de asombro de algunos de los allí presentes siguió-. He apostado a un explorador al otro lado del bosque, a unos veinticinco kilómetros de aquí, pero de poco nos servirá.

Hizo un gesto teatral y pegó un fuerte golpe en la mesa con ambas manos mientras se reclinaba y los miraba a todos.

-El joven aquí presenta se llama Denian...-hizo una pausa al no saber sus apellidos.

-Plamenov -mintió el chico, su apellido era bien temido al pertenecer a la gente de la orden.

Jones sonrió y volvió a su teatralidad, tenía don de gentes desde luego.

-Denian Plamenov ha sobrevivido al ataque que han lanzado sobre Fresto acabando con toda la población, o al menos eso hemos supuesto -se puso recto y de un salto se subió a la mesa-. ¿¡Vamos a dejar que esos hijos de puta destruyan nuestro pueblo con tanta facilidad!?

Todos exclamaron que no, y entonces Denian entró en acción.

Su voz acarició la tensión de aire haciéndolo vibrar como la cuerda de un violín.

-Tengo una idea.

Para los que os incorporéis ahora, recuerdo:

Ésta novela la comencé con motivo del NaNoWrimo y cuando llevaba unas 20.000 palabras la dejé ahí, en la estacada. No he vuelto a tocarla desde entonces, pero era y es una novela que uso para evadirme y escribir al boleo, con incongruencias incluso y seguiré haciéndolo apartir de ahora hasta terminarla y subiré una parte semanal, los jueves, hasta que me quede sin capítulos escritos o la acabe. También la subiré a Wattpad para los que prefiráis esa plataforma que tengo abandonada y cuando la termine definitivamente subiré un PDF con la novela completa al blog.

Disfrutadla sin buscarle mucho sentido, que es lo que hay que hacer con ella.
Añado:
Mi forma de escribir ha cambiado muchísimo, hace casi un año y además esta novela fue escrita sin cuidado, sin pulir, sin darle el cariño que merecía y espero algún día poder reescribir todo esto y darle el mimo que merece.
Aún queda mucho para que lleguemos a lo que escribí hace dos semanas, pero estoy deseando que lo veáis. 
PD: Espero poder traeros pronto algo en lo que estoy trabajando y que trato como a mi hijo predilecto, a ver si hay suerte y no pierdo la inspiración que tanto he esperado para retomarlo.