Me levanté.
Creía que el sol brillaba especialmente, que aquel día era…especial.
Pero bah. Creencias, creencias, creencias.
Nos gusta creer y crear fantasías. Nos hacen sentir especiales. Únicos. Pero la verdad es que son fantasías y solo fantasías.
Quizás seamos únicos, no sé si negarlo o aceptarlo, pero la lluvia que cae sobre nosotros es la misma, nuestros pulmones se llenan y vacían igual…aunque no al mismo son.
Somos raros, no somos más que sombras de lo que creemos ser y sentimos eso. Sombras.
A algunos nos da el sol de frente y esas sombras ni se proyectan, o al menos nos negamos a creer que están ahí.
Este texto no tiene demasiado sentido, ¿pero algo lo tiene? Lo dudo.
Buenas noches, le susurraría yo a la luna y quizás a mi Musa, si supiera quién es o dónde está. O si existe.
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