Inequívocamente loco.

Quiero impedir que saltes desde aquella cornisa, que te descuelgues de aquel puente mientras ríes o que huyes de mi vida como un haz de luz que se pierde en la oscuridad.
Necesito romper mil ventanas y reír, reír como un loco sádico que salta, vuelva y mira a la muerte directamente a los ojos como si no le importase nada, como si no fuese más que un vago e inexistente recuerdo que está por caer, que va a morir y a desaparecer entre los oscuros y recónditos lugares que guarda la oscuridad en mi mente.
Necesito bañarme en sangre y recuerdos mientras hago que todo deje de importar, ¿o acaso ha importado alguna vez?
Quiero caer, caer y volver a caer en un agujero sin fin hasta que una suave y blanquecina mano me saque de allí, de mi exilio en el vacío.