Recuerdo una de las primeras sonrisas de oreja a oreja que esbocé con alguien que pudiese verla de forma real y no en una foto.
Aunque no fue gracias a ese alguien.
Después de esa la mayoría de mis sonrisas fueron así.
Enseñando dentadura y sonriendo absolutamente genial.
No he vuelto a hacerlo desde aquello. De hecho, a veces me cuesta sonreír tan sólo con los labios. Me cuesta sonreír en general.
sábado, 18 de abril de 2015
Sonrisa...
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Entiendo lo que dices, hay veces en las que es difícil encontrar razones para sonreír, pero para encontrarlas, hay que buscarlas :)
ResponderEliminarBuena entrada.
Entiendo lo que dices, hay veces en las que es difícil encontrar razones para sonreír, pero para encontrarlas, hay que buscarlas :)
ResponderEliminarBuena entrada.