sábado, 20 de diciembre de 2014

Belfegor - Prólogo.

La oscuridad nocturna abrigaba las calles, por ellas vagaban los seres sin rostro, mis hermanos, engendros de la oscuridad.
Las calles estaban repletas de estos seres, no había calle o callejón en la que no hubiera uno de ellos, ni pensar que al principio sólo eramos cuatro o cinco de nuestros especie y ahora superábamos el millón... Nos habíamos reproducido como conejos.
Los otros oscuros se arrodillaban a mi paso, reconocían mi rango por mi ropa y el atrok que llevaba enganchado al cinturón.
Mis queridos mortales, seguro que os preguntáis que es un atrok, pues bien, os aclararé tal duda. Un atrok es un arma que sólo los primeros oscuros poseemos, esta a simple vista es como una daga, pero con ejercer un poco de fuerza sobre la empuñadura se convierte en una espada, nadie sabe de donde salió este arma, pero todos matarían por una.
Bueno amigos, prosigamos. ¿Por dónde íbamos? ¡Ah, sí! Ya lo recuerdo.
Pase por al lado de un oscuro que iba vestido con un pantalón vaquero y una sudadera blanca, para mi sorpresa no se arrodilló, si no que me iró a los ojos y se caló la capucha.
-¿Belfegor? -Dijo el chico sorprendiéndome de nuevo. ¿Cómo osaba hablarme?
-Como te atreves... 
Antes de darme tiempo a terminar la frase unas enormes alas doradas surgieron de su espalda, era un ángel.
-Belfegor, he venido a por ti.
Sacó una especie de daga blanca del bolsillo delante de su sudadera y se dispuso a atacarme.
Rápidamente descolgué mi atrok y apretando fuertemente la empuñadura se convirtió en una larga y bella espada.
-¿En serio vas a intentar luchar? -Dijo mofándose.
-Sí. No me dejare vencer por ti, estúpido pájaro.
Dicho esto me abalancé sobre el haciéndole un corte superficial en el ala derecha, este contraatacó apuñalándome el hombro, pero antes de darse cuenta hundí mi espada en su pecho, haciéndolo caer al suelo.
-Creo que he ganado. -Dije riendo. Acto seguido escupí sobre él.




Esta es "Belfegor", mi novela.
Llevo poco de ella, poquísimo, pero he decidido compartir con vosotros este prólogo, si lo veo conveniente iré subiendo el resto poco a poco.

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