jueves, 1 de octubre de 2015

Recuérdanos.

He borrado y reescrito esto varias veces sin saber que escribir, y como acostumbro a hacer voy a dejar mis dedos fluir por el teclado.
Voy a dejar que las letras se escriban solas saliendo directamente de mi alma rota, esa alma que acostumbro a romper una y otra vez pensando en ti y en cada recuerdo, pensando en cada por qué y en cómo sería si ahora mismo siguieses aquí, junto a mí. Como sería el mensaje de buenas noches que te mandaría hoy y como me iría pensando en el buenos días de mañana para que no se pareciese tanto al que te habría mandado hoy.
Pienso en como me destrozó tu pérdida y en como pronto hará un año. No recuerdo la fecha exacta, y la verdad es que prefiero no hacerlo. 
Si la recordase ese día no sería capaz de salir de la cama, no sería capaz de moverme y de sonreír, y no sería capaz de aguantar las ganas de llorar.
Prefiero perder la noción del tiempo, contarlo en meses aproximados, sin exactitud, ya tengo suficiente con acordarme de nuestra última conversación a la exactitud, con hora y todo.
En fin, simplemente quería recordarte que te recuerdo, quería decirte de nuevo, tras aquellas misiva tan directa que te envié, que sí, que sigo aquí otra vez, olvidándome de toda la mierda que solté y dejando palabras que quizás nunca leas en este minúsculo espacio de la red. 
Por suelto este sitio es infinito y en apenas unos años nadie recordará a la exactitud nada de todo esto. Quizá recuerden algún fragmento suelto, quizá recuerden parte de un texto o un poema, pero no recordarán casi nada, quizás ni siquiera mi nombre.
Pero yo sí te recordaré a ti. Lo haré el resto de mi vida cada día, cada noche, antes de irme a dormir. Lo recordaré cada vez que escriba, cada vez que ame, cada vez que viaje y cada vez que sueñe.
Buenas noches.



Efímero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario