como
una caricia furtiva
un abrazo suave
o un roce de labios.
cada palabra
es un tornado
una vertiente
en un acantilado.
en un acantilado.
a veces necesitamos
una última palabra
o quizás
una primera,
todo depende.
las letras fluyen
y la oscuridad engulle
cada pequeño ápice
de realidad
a la vez que la luz
le devuelve la vida.
huye
del jodido destino
que el vil
e irónico arte
tiene pensado para
ti.
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