jueves, 11 de junio de 2015

Desahogo. (11/06/2015)

Aquel estúpido sentimiento que no puedo sacar de mi cabeza, aquel estúpido sentimiento que me hace sentirme como un absoluto imbécil que no consigue huir, como aquel imbécil que vive donde no debería vivir haciendo lo que no debería hacer.
A veces creo que simplemente estoy haciendo el tonto desde aquello, que simplemente sigo aquí porque soy un tonto idiota que no consigue huir, que no consigue dejar atrás aquella época, que no consigue olvidar ninguno de aquellos instantes.
Sigo siendo aquel niño que no sabe estar solo, sigo siendo aquel pequeño cínico que simplemente está ahí para intentar hacerse notar y si no es así, pues al menos hacer bulto. 
Sigo enfadándome por tonterías y sigo sintiendo aquel vacío enorme en el pecho cuando alguna cosa no sale como yo quiero, y por lo tanto sigo sin saber qué hacer.
No sé si debería esperar o simplemente vivir, vivir el día a día como he vivido estos meses, sin un objetivo ni ninguna razón para hacer nada de todo lo que hacía.
Sigo siendo aquel que creía enamorarse y al final no era eso, pero claro. Me enamoré. Ahora no puedo considerar nada amor por más que quiera, todo me sabe a poco, todo me sabe como un beso sin cariño.
Creo que soy demasiado dramático, que soy demasiado romántico y por eso creí en 'el amor único y verdadero' que después me explotó en la cara reventándome por dentro, dejándome sin aliento y sin un solo resquicio de humanidad. 
Supongo que me volví vulnerable, supongo que me volví el yo de antes, el yo que no tenía ni una pizca de autoestima hasta que tú llegaste y se la diste.
Me lo diste todo y es algo que jamás olvidaré, ¿si no por qué coño estaría escribiendo esto con un nudo en la garganta y dejando de lado todo aliciente literario o poético? Simplemente estoy desahogándome. Desahogándome para el mundo y para mí.
Se puede decir que te echo de menos, se puede decir que te anhelo y se puedes decir que aún te quiero, ¿pero sabes qué no se pueda decir? Que nada más verte volver correría hacia ti. Necesitaría hablar primero, aunque claro, mis lágrimas y mi garganta totalmente anudada no serían capaces de soltar siquiera un sonido gutural sin sentido, no podría hablar, no podría respirar. 
Me quedaría inmóvil, en shock, y simplemente esperaría hasta que dijeses algo.
He vuelto a verla, sí, a esa chica que tanto se parece a ti. Sonríe igual, hace los mismos gestos y se expresa igual, pero lo peor es vuestro parecido. Sois exactamente iguales, parecéis una irónica calcomanía puesta solo para reírse más aún de mí. 
La veo casi a diario y me imagino que eres tú. Es gracioso, a veces me dedica miradas fugaces que me destrozan, que me hacen sentir el ser más desgraciado y dichoso del universo a la vez. 
Vuelve, o no, no sé.
Necesitaba desahogarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario