jueves, 9 de abril de 2015

Mirada.

Cuando las sombras empezaron a engullirlo todo cada pequeña alma se rindió, dejándose caer bajo el implacable paso del mal.
Nada ni nadie podía acabar con aquello, era inmoral e imposible de evitar, aquella sombre acababa contigo y con todo el que te rodease, ese era su poder.
Entonces, un enorme haz de luz impactó sobre la superficie de la tierra, la luna estaba llena pero aquella luz no venia de ella, si no de una suave mirada que había al fondo de aquel lugar. Una mirada tan bella y efímera que resulta indescriptible, pero era capaz de acabar hasta con el más mínimo ápice de maldad del planeta sin apenas esfuerzo gracias al brillo de sus ojos y la determinación que miraba hacia mí.

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