jueves, 2 de abril de 2015

Sin inspiración.

No estoy inspirado para escribir esto, no sé ni siquiera porque lo hago, pero lo hago.
De nuevo mis dedos fluyen sobre las teclas mientras los engranajes de mi cerebro dejan de funcionar, esos engranajes que anoche no paraban de sonar con un sonido mecánico y aterrador, aquel sonido que me hacía recordar, aquel sonido que no me dejaba olvidar.
Cerré los ojos con fuerza y aún así ese sonido seguía ahí, seguía atormentándome y haciendo que desease no haberlo oído nunca.
Ese sonido fue convirtiéndose poco a poco en una imagen, una imagen que me causaba miles de emociones, tanto buenas como malas, me producía miedo, terror, inseguridad... Pero también cariño, anhelo, necesidad, felicidad...
Jamás podré describir aquella imagen, jamás podré describir con exactitud lo que producía en mí al igual que jamás podré olvidar aquel atroz sonido. 
No sé como he escrito tantas palabras, la verdad, no sé como aún seguís aquí leyéndome...
En fin, es hora de despedirme, necesito un café y esta vez no se me enfriará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario