Nunca.

Nunca pensé que aquello existiría, que aquello haría estragos en mí y en mi alma. Nunca pensé que me afectaría tanto aquello, nunca pensé que podría salir de ello.
Me sentí perdido, y de hecho, a veces aún lo siento.
Me siento solo a pesar de que no lo estoy, siento que no voy a poder seguir adelante a pesar de que nunca dejo de hacerlo.
Siento miedo a pesar de que nunca lo demuestro.
Siento que todo puede acabar para mí en una fracción de segundo al igual que puede volver a empezar en la mitad de ese tiempo.
Me siento vacío, maltrecho, deshecho, pero también me siento lleno, revitalizado, feliz, yo.
Siento que ahora podré vivir aunque sea con un pequeño vacío en mi interior, ese que allanaste.
Siento que ahora podré estar aquí, en mí, en mis letras, dejándoles a ella mi alma y no a ti, siento que podré plasmar con cada sílaba lo que mi alma siente o sentirá, y siento que eso jamás dejará de ser así.
Lo dimos todo demasiado pronto y cuando nos separamos ya no nos quedaba nada de nosotros, ya no nos quedaba mi un hálito de nuestra etérea y efímera alma para compartir, pero en algún momento aquello tuvo que cambiar y todo fue para nosotros, todo fue para nosotros y ya no teníamos a quien dárselo.